“Por lo general, las parejas que adoptan a los perros como hijos son de nivel socioeconómico medio y alto”, de acuerdo con María Dolores Soberanes Díez y Rodolfo Vargas Bezaury, autores del estudio “Los perrhijos” y publicado por la firma De la Riva Investigación Estratégica.
En promedio se necesita invertir 3,000 pesos al mes en gastos del perro: entre alimento, baños, premios, ropa, consultas y medicamentos.
El gusto e interés por comprar accesorios y ropa para las mascotas también ha crecido, cada vez es más común ver a perros con suéteres, pantalones, lentes oscuros, chamarras de mezclilla, bufandas y hasta carriolas, dijeron los autores.
“Tener a un perro es más fácil que tener un hijo. No genera tantos problemas y es incondicional, te da amor y compañía sin pedir nada a cambio”, confiesa Ricardo Alegret, dueño de tres.
“Son los niños, les dan de comer con la mano, duermen con ellos, los premian con caricias, alimento, juguetes o lo que él quiera”, explica Darwin Angulo, entrenador de perros.
El “nene” de la casa
Hay personas que quieren tanto a sus perros que son capaces de hacer cualquier cosa por ellos. En México ya hay restaurantes, funerarias, hoteles y seas caninos, entre otros servicios.
Según el análisis muchos de estos animales han sido adoptados por parejas jóvenes que han decido no tener hijos o aplazar su llegada.
Según el Consejo Nacional de Población (Conapo), las parejas sin hijos aumentaron de 7.7 a 8.6% entre el 2000 y el 2005. Coincidentemente a la par, el número de perros domésticos ha aumentado 20% desde el año 2000.
El amor desmedido hacia los perros puede caer en un extremo y generar “ansiedad por separación”, enfermedad psicológica que provoca que los animales se vuelvan dependientes de sus dueños, de acuerdo con especialistas.
El veterinario Casaubón dice que el 40% de los perros que atiende sufren de ansiedad por separación o hiper apego. Aseguró que las personas humanizan a los perros y tratan de darles todo lo que pueden, como resultado, ellos no pueden soportar la ausencia de su dueño y desarrollan gastritis o colitis crónica.
Katia Zaff, dueña del Hotel Canino Real, consideró que el problema es que los veterinarios sólo ven la parte física de las mascotas y nadie enseña cómo tratar a los perros psicológicamente.
A un perro sobreprotegido le cuesta relacionarse con otros perros, explican los autores del análisis.
La psicóloga Rocío Ordoñana dice que estos animales son una buena manera de obtener cariño e incondicionalidad sin tener que hacer grandes sacrificios.
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