ABRAHAM CONTRERAS APARICIO
Frontera, Centla, Tabasco a 27 de Enero de 2011.- Edificaciones que alguna vez fueron el hogar de familias frontereñas o exitosos negocios de antaño hoy no son más que testimonio del abandono y del paso del tiempo por estas.
El centro de la ciudad está plagado de construcciones antiguas en desuso. Se tratan de propiedades de antiguos negocios, hoteles, casas de familia que simplemente están en el abandono.
Tan sólo en la calle Aldama de este puerto, entre las calles Juárez y Rayón, hay un total de 11 edificaciones en total abandono y que muchas de ellas ya están siendo saqueadas por la delincuencia.
Lo cierto es que, a pesar de que algunas están cerradas y prácticamente inaccesibles para los vagabundos, la mayoría de las casas abandonadas del centro histórico se presta para actos vandálicos.
Además de darle un mal aspecto a la ciudad, estas desoladas edificaciones representan un foco de peligro e infecciones para los vecinos que viven a los alrededores, siendo el punto más peligroso los inmuebles que se encuentran frente a la escuela primaria Alberto Correa Zapata.
Hay algunas en las que las inclemencias del tiempo se hacen evidentes, pues se han quedado sin techo, las cadenas, portones y ventanas que antes resguardaban las entradas están oxidadas y que simplemente se mantienen de pie solo con las partes todavía buenas de las estructuras.
En otras, incluso, pueden observarse grandes cantidades de basura, desperdicios de comida y excrementos de animales.
Otro ejemplo de ellas es la que se encuentra en la esquina de Aldama y quintana roo, donde los delincuentes rompieron todas las ventanas y puertas, y esa esquina se volvió un punto de reunión muy importante en el centro de la ciudad de drogadictos y asaltantes.
Mientras en la esquina de 5 de mayo y Aldama, a tan solo unas casas del palacio municipal se encuentra una de las construcciones más grandes de la ciudad; sin embargo, sólo es un cajón de concreto que se antoja un espacio perfecto para la delincuencia.
Por otra parte, En 1972, el gobierno federal emitió la Ley Sobre Monumentos y Zonas Arqueológicas, la cual prohíbe la destrucción o modificación de edificios antiguos. Sin embargo, hace varios años se estuvieron derribando varias edificaciones del centro histórico para construir lugares que habitarían familias pero fueron totalmente frenadas las obras, para volverse en lugar de zonas agradables, nidos de maleantes.
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